Esto completa el trabajo adicional que se requiere en el paso inicial para problemas de este tipo y el resto del método símplex se trabaja igual que antes. Las cantidades que incluyen el valor M nunca aparecen en otro renglón que no sea el 0, así que sólo tienen que tomarse en cuenta en la prueba de optimalidad y al determinar la variable básica entrante. Una manera de manejar estas cantidades es asignar a M algún valor numérico (muy grande) y trabajar con las cantidades que resulten en el renglon 0 en la forma acostumbrada. Sin embargo, este enfoque puede acarrear errores de redondeo significativos que a su vez pueden invalidar la prueba de optimalidad. Por tanto, es mejor hacer lo que acaba de mostrarse, esto es, expresar cada coeficiente del renglón 0 como una funcion lineal aM +b de la cantidad simbólica M al registrar y actualizar por separado el valor numérico de:1) el factor multiplicativo a y 2) el factor aditivo b. Como se supone que M es tan grande que b es despreciable comparado con aM cuando a ≠ 0, las decisiones en la prueba de optimalidad y la elección de la variable básica entrante se hacen sólo con los valores de los factores multiplicativos en la forma usual.
La única excepción ocurre cuando esto lleva a un empate [donde un empate para la prueba de optimalidad quiere decir que el facto (o factores) multiplicativo más pequeño es igual a cero] en cuyo caso el empate se rompe si se usan los factores aditivos correspondientes.
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